martes, 30 de agosto de 2011

Niña de mis horas

A Marta, en su 20 cumpleaños

Niña de mis horas superpuestas,
niña de tus horas repartidas.

Tu metrónomo loco va marcando mis tiempos:
horas de casi ningún segundo,
otras horas infinitas.

Horas que planean (todo el tiempo planean)
entre el cielo y la nuca,
entre la nuca y el vientre
(a veces se posan);
y todas me dejan aromas diferentes,
sabores diferentes:
a frutas, a azahar,
a cedro;
también a sal y a café.

Niña de mis horas voladoras
desde las armonías de tu presentimiento.
Tú le pusiste alas a mis horas
y le diste sabores a sus vuelos.
Ellas a cambio siguen, como siempre,
pendientes de tu sueño.

A. Álvarez
Agosto de 2011

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